martes, 17 de agosto de 2021

Ocultar a Angelelli, estrategia de la curia cordobesa.

 





¿Porqué los Obispos de Córdoba, primero Primatesta, ahora Ñáñez y Pedro Torres se empecinan en negar, ocultar, invisibilizar a Angelelli?

Angelelli es molesto para los cómodos.

Desnuda a los pastores que son “lobos con piel de oveja”.
Inquieta a los dormidos.

Sacude a los conservadores. Cuestiona a los cómplices. Desenmascara a los hipócritas. Exige coherencia a los mentirosos.
Angelelli hizo del Evangelio un ariete en la compleja realidad política, social, cultural, económica de su tiempo.

Ese ariete es el ariete de los empobrecidos. Una flecha de las víctimas del sistema contra ese mismo sistema depredador.

No se puede recordar a Angelelli y seguir indiferentes ante las cruces, las víctimas y lo muertos del sistema liberal, del capitalismo financiero, de la hegemonía de mercado por sobre el valor de la persona humana.

No se puede recordar a Angelelli y seguir sosteniendo que hubo “dos demonios”, negando las atrocidades de la dictadura cívico militar, pretendiendo que “hubo una guerra”.

No se puede recordar a Angelelli y callarse cuando en tiempos electorales se pone en juego la dignidad de los trabajadores, de los desocupados, de los sectores populares, porque no es lo mismo si gobierna Juntos (en cualquiera de sus versiones) o el Frente de Todos.

No se puede recordar a Angelelli y ser indiferentes en una contienda electoral que pone en disputa un modelo de acumulación financiera y un modelo de producción y trabajo.

No se puede recordar a Angelelli y mirar para otro lado en los casos de violencia de género, de femicidios, del 
derecho a la interrupción voluntaria del embarazo, de la dignidad y los derechos de la diversidad sexual.

Por todo esto y más se empecinan en negar a Angelelli.
Y lo seguirán negando.

Pero nosotros, el 4 de Agosto, aniversario de su martirio, levantaremos sus banderas inclaudicables.