viernes, 2 de octubre de 2015

En el centro la Iglesia Papa Francisco



En el centro la Iglesia
Papa Francisco

El Papa cumple exactamente lo que se propuso la estrategia Vaticana: recuperar la imagen de la Iglesia, recuperar el rol político de la Iglesia, recuperar las masas populares para la Iglesia y, en este contexto, volver a poner a la Iglesia como "la conciencia moral de la humanidad." Sobre todo en Latinoamérica, donde viven la mayoría de los católicos del mundo. Una manera sutil de volver a decir "fuera de la Iglesia no hay salvación". Para Francisco, en el "centro", está la Iglesia.
  
Si bien, todo lo que dice no es nada novedoso, ya sea el tema armamentos, migrantes, capitalismo, basta recorrer el Compendio de la Doctrina Social para corroborar lo que digo, lo novedoso es que lo diga un Papa Latinoamericano, con aires campechanos y sumamente simpático, la contracara de Benedicto XVI a quien le pidieron que por favor renunciara, hecho inédito si los hay. 

Esto es sumamente importante y útil a las corrientes populares en el mundo y, obviamente, en Latinoamérica, no que la Iglesia recupere sitiales morales, si no que podemos contar con cientos de texto con la autoridad "del Papa" para reivindicar, sostener y promover nuestras luchas liberadoras como una estrategia válida entre nosotros. Incluso, para poner, si se me permite la expresión, "contra las cuerdas" a los episcopados locales.

Los Episcopados quedan descolocados, quedan atrasados. Francisco avanza politicamente "por izquierda". Todavia recuerdo cuando los obispos argentinos, en la decada de los 90 decian "la Iglesia no opina de economía". 

No obstante, que la Iglesia y el Papa más en concreto, recupere este rol, es también, en lo que atañe a las problemáticas sexuales y de género, un contrapeso peligroso. Estamos ante un problema, porque el Vaticano impone su agenda, a las democracias, en estos temas. En esto el Papa sigue siendo afable, tierno,  pero patriarcal y conservador. De hecho, en el gran discurso en Bolivia a los movimientos sociales, el tema "mujer" no aparece de ninguna manera. Otro tanto habria que decir de su teologia, donde acaba de volver a repetir que una mujer no puede, no debe ser sacerdote, pero ese es otro tema. 

En lo económico, aires revolucionarios, en lo sexual, tan tradicional como siempre. Como dice el apóstol, discenir, mirar todo, y quedarse con lo bueno.


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