martes, 3 de junio de 2008

Hacia la Constituyente en Salta

Hacia la Constituyente Social
Dar vuelta la media
[29/05/2008, Salta, Orán] Este miércoles 28 de mayo, en la Asociación Oranense de Veteranos de Fútbol de la provincia de Salta y con la presencia de los dirigentes locales, provinciales y nacionales de la Central de Trabajadores se realizó la primera reunión hacia una Constituyente Social en la Argentina.
Unas diez mujeres preparaban café, llenaban termos con agua caliente y convidaban tortillas en la víspera del frío que más tarde se haría sentir con fuerza en Orán. “Para nosotros es un orgullo tenerlos acá. Estoy muy contenta y les doy la bienvenida” dijo Elba, de la CTA Orán y San Martín, tomando asiento, dejando atrás las tareas de logística general en las que estaba metida desde muy temprano.
La reunión comenzó con la lectura de una nota que los jubilados le habían enviado al gobierno provincial reclamando el 82 por ciento móvil y los pormenores de un proyecto presentado en las cámaras de senadores y diputados con la promesa de tratamiento. Contaron también el desgaste de la relación que mantienen con el ANSES ante los reclamos y pedidos de prontas resoluciones sobre el estado de los beneficios jubilatorios para trabajadores con años de sobra aportados y esperas que son largas.
El puntapié inicial lo dio Vuenavenura David, secretario general de la CTA de Salta: “Arrancamos en Orán para hacer juntos una Constituyente Social”. Cerca del mediodía y echas las presentaciones el encuentro fue tomando forma dando paso a la palabra.
Entre los cerros
Según el Instituto de Estado y Participación de ATE, sobre una población de 1.079.422 habitantes, representando el tres por ciento de la población total del país, en Salta la tasa de mortalidad infantil es de un 18,9 por ciento, el 41,4 por ciento de la población es pobre. De esa pobreza, 227.924 son menores de 18 años y 100 mil forman parte de la tasa de indigencia. El 60 por ciento de la población carece de obra social o plan médico.
La ciudad de Salta concentra más del 40 por ciento de la población, con un tamaño 7 veces menor le siguen Orán y Tartagal.
“No tenemos un crecimiento industrial que nos permita gozar de nuestra tierra y los beneficios de la industrialización” dice Víctor De Gennaro, secretario de Relaciones Institucionales de la CTA. “Hay siete proyectos en el país que se llevan nuestra riqueza de minerales sin pagar ninguna retención. Está probado que se están llevando doscientos mil millones de dólares y hay 70 proyectos que están a la firma del gobierno nacional para ser aprobados. Es una inmoralidad que con ese dinero, con esa perspectiva de la renta agraria que no se cobra, con el dinero que hay en el Banco Central, nosotros tengamos que pagar las consecuencias de un empobrecimiento cada vez mayor”.
El entero del campo popular
“En la Central de Trabajadores dijimos después del 2001 que era necesario construir un movimiento político, social y cultural. Pero no un partido. Hay que construir un entero del campo popular” continuó diciendo De Gennaro. “Cómo cuándo se unió en Tartagal todo el pueblo, porque esa es nuestra fuerza. Cómo cuándo te vienen a cerrar la fuente de trabajo, o vienen a desalojarte de la tierra. Unirnos no sólo en la defensiva, sino unirnos en la ofensiva. Y a esta nueva experiencia hay que hacerla al revés. Tiene que crecer de una manera distinta. Desde los distintos lugares. No hay Nación sin Orán, y no hay perspectiva de Orán sin Salta y sin Nación” agregó el dirigente.
De Pichinal, Colonia Santa Rosa, San Martín de Güemes, Hipólito Irigoyen y Urundel habían llegado los compañeros y las compañeras. También se encontraban representantes de los pueblos originarios Ava Guaraní, trabajadores del ingenio Ledesma y del ingenio San Martín, cooperativas de construcción y cooperativas de cítricos.
“Eramos grandes productores de naranjas, de cítricos, de hortalizas. Hoy tenemos más de cuatro mil desocupados. La implementación de la siembra de porotos y la caña de azúcar emplea cada vez más máquinas y menos gente. No necesitan mano de obra” dicen los compañeros de Colonia Santa Rosa.
“Es fácil tener la lengua a la izquierda y el corazón a la derecha” agrega Fermín, de Tartagal, atrás de una gorra verde de ATE, recién llegado de Cuba, adónde fue a realizar una capacitación sindical.
El hambre es un crimen
“A las encuestas no sólo las falsean en el INDEC, también lo hacen en el Ministerio de Salud Pública” arranca diciendo del Doctor Aramayo, de Pïchinal, atento a los sonidos de los dos celulares que le cuelgan de la ropa.
“Nosotros recibimos a la gente en los hospitales. Si la gente que maneja los programas en los Ministerios fuera sincera… En aquella oportunidad que en Tucumán se desató el problema de la mortalidad infantil y pasó de ser un problema sanitario a ser un problema político porque había muchos fondos de por medio que llegaban a través de leche, de alimentos. En ese momento las instrucciones que recibían los directores era que tenían que arreglar las estadísticas sanitarias. Hoy los chicos dejaron de morir por desnutrición y comenzaron a morir por paros cardiorrespiratorios”.
“Algo que no dice nada. Todo el mundo deja de respirar y se muere. Pero algo que ocurre en Colonia Santa Rosa, el lugar productor por excelencia de alimentos, tenía los más grandes índices de mortalidad infantil. Un absurdo” finaliza ante la atención y el respeto que evidentemente le tienen al doctor por estas tierras del norte salteño.
De un lugar...
Los compañeros de los pueblos originarios pidieron el micrófono para presentarte. “Yo soy Gustavo Díaz, trabajador del Ingenio San Martín. No soy indígena” arrancó diciendo, pegado al nombre. “Yo no soy de la India. Me gusta que nos llamen aborígenes que quiere decir originario de un lugar” y completa la presentación.
El Ingenio San Martín, el Tabacal, propiedad de Seabord Corporation. Una empresa de capitales extranjeros que explota tierras y trabajadores. Gustavo forma parte de la cuarta generación de una familia que aportó brazos baratos para Tabacal. “Soy parte del sector Citrus. Reclamamos los premios de productividad de Tabacal. El año pasado una caja embalada de naranjas costaba 100 pesos y a nosotros nos pagan 24 pesos la jornada de trabajo. Somos peones golondrinas, ahora estuve trabajando en Neuquén. Estamos confinados a un terreno de diez por treinta, somos familias numerosas. Vivimos diez o doce personas en una casa. Lo que ganamos nos alcanza justo” cuenta, presentando una situación, la de la vivienda, que más tarde ocuparía la segunda parte de la reunión, convirtiéndose en uno de los problemas centrales de Orán.
Olor a pollo recién hecho, desprendiéndose de la parrilla. Ensaladas coloridas sobre una mesa larga con manteles en el medio del patio. Mujeres atareadas. Un cielo gris. La ola de frío instalándose en la tarde, dando paso al cierre de la primera jornada.
“Me parece que el diagnóstico, lo que ustedes cuentan, es una reproducción del estado de explotación, de abandono, de precariedad laboral, de atropello, con los sectores desposeídos, con los que menos tienen” dice Juan Carlos Giuliani, Secretario de Comunicación y Difusión de la CTA.
“Por eso estamos convocando a una Constituyente Social. Para juntarnos los que pensamos que esto así no vale la pena y que sí vale la pena crear otra cosa. Intentar una experiencia popular en la Argentina, con todos los sectores del campo popular. Intentar realmente patear el tablero, dar vuelta la media, y que una vez por todas podamos decir terminemos con la injusticia social, con las prácticas discriminatorias, adónde ser trabajador sea un hecho de reconocimiento, que nos dé orgullo. Se trata de recuperar la vocación de ser cómo alguna vez fuimos los trabajadores y los sectores populares”finaliza Giuliani.
Teodoro Vargas, Secretario General de la CTA local fue el responsable de invitar a la mesa. Faltaba un largo día por delante y mucha gente por llegar al norte de Salta, a la tarde de Orán. A encontrarse.

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